¿Por qué Tu No Sirves a Dios? ¿Por qué Lo Sirves?

Y doy gracias al que me fortificó, á Cristo Jesús nuestro Señor, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio:Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad. Mas la gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.

1 Timoteo 1:12-14

Existen dos razones porque un cristiano no sirve al Señor: (1) No creen que Dios puede o quiere utilizarlos; y (2) realmente no aman a Dios. También existen dos errores en la manera que uno sirve a Dios: (1) en orgullo y (2) por obligación. Pablo ataca estas ideas en mostrarnos las dos motivaciones del tipo de servicio que le agrada a Dios.

Estas dos ideas están basadas en la gracia de Dios. Pablo casi siempre refiere a su vocación como un llamamiento basado en la gracia de Dios. Aquí en 1de Timoteo 1:12, 14 no existe una excepción.

Y doy gracias al que me fortificó, a Cristo Jesús nuestro Señor, de que me tuvo fiel, poniéndome en el ministerio… Mas la gracia de nuestro Señor fue mas abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.

La gracia de Dios en nuestro servicio es que Dios escoge individuales para hacer una tarea que ellos solamente pueden hacer, no basado en algo bueno que el mira en él, ni en algo que esa persona le puede ofrecer, sino que Dios escoge esa persona para su servicio por su pura amor por él. Esta idea es clave y fundamental para cada cristiano que anhela crecer en su relación con Dios.

Necesitamos comprender que cada cristiano tiene una tarea que Dios le ha dado. Esa tarea es el propósito de nuestra existencia. Y nunca seríamos más felices que cuando vivamos conforme a ese especial diseño de Dios. Pero el no basado si calificamos o nó, sino basado en el puro amor de Dios. Esto se llama gracia. Basado en esta realidad, Pablo en esta lectura (y aun en otras) nos presenta con dos motivaciones por servir a Dios.

1. La Fe en Dios es una Motivación Para Servir

Si Dios escoge a uno para su servicio (no importa que tipo o nivel) y lo hace no conforme a los méritos de ese individual sino en la pura gracia de Dios, esa persona necesita activar su servicio por fe en dos cosas: (1) Dios desea utilizarme y (2) Dios puede utilizarme.

En primer lugar, si el servicio del cristiano será efectual para la gloria de Dios es imperativo que él esté consciente que Dios desea utilizarlo. Una verdad muy sencilla, pero uno no se puede imaginar cuantos cristianos personalmente luchan con esta idea.

A estos cristianos le quiero decir esto: sí, tienes la razón, tú no eres digno de servir a Dios. En verdad, hay mucho que tu tiene que mejorar en su vida privada si vas a glorificar a Dios. En esto estamos en acuerdo. Ahora, ¿crees que ahora podemos proceder adelante? La realidad es que tu nunca era digno y nunca será digno del servicio de Dios. En realidad, cuando piensas que ya eres digno para el servicio de Dios, has cruzado a un terreno espiritual muy peligroso. La realidad que su servicio esta basada en la pura gracia de Dios nos enseña que Dios no mira si somos dignos o no. Dios dice:

“Mira, yo deseo que tu seas parte de mi equipo.”

“¿Por qué?”

“Porque yo te amo.”


Eso es todo. Y esto nos debe satisfacer. Pablo lo dice en una manera muy linda:

A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
Efesios 3:8

En segundo lugar, si el servicio del cristiano será efectual para la gloria de Dios es imperativo que él esté consciente que Dios puede utilizarlo. Muchos cristianos luchan con la idea de que ellos no tienen algo de talento para ofrecerle a Dios. Hermano, Dios te ha dado una tarea que solamente tú puedes cumplir. El problema no es que no tienes algo para ofrecerle a Dios, es que tú codicias el talento de otro y eso es lo que tú deseas ofrecerle a Dios. Yo sospecho que ese es el problema real. Posiblemente, tienes que descubrir y desarrollar su talento y posiblemente eso requiere un poquito de trabajo de su parte, pero saber esto: Dios no crea nada malogrado.

¡Que hecho tan maravilloso! ¡Dios no crea nada malogrado!

Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.

Salmo 139:14

Dios no tiene talentos favoritos. Tener la fe que Dios puede utilizarte en una manera que ni aun te pueda imaginar. Nunca verá ese día hasta que pare de codiciar lo talentos de otros y te sienta cómodo en la manera única que Dios te ha formado.

La motivación de fe que Dios quiere y puede utilizar cada uno de nosotros nos cuidará del peligro de servir a Dios por orgullo. La realidad es que nunca seríamos suficiente en si mismo para servir al Señor. Sirviendo por fe nos da esa confianza humilde en servirle a Dios.

“Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno.”
Romanos 12:3

2. El Amor Por Dios es una Motivación Para Servir

“amor que es en Cristo”

La teología sistemática y práctica es basada en la obra de Jesús. Por eso hasta nuestro servicio es basado y motivado en la realidad de que Dios nos amó. Si Dios nos elige a su servicio no basado en cualquier merito que tengamos ni en cualquier cosa que le podamos ofrecer, sino en su puro amor por nosotros, pues nuestro servicio hacia el es una reacción recíproco a su profunda amor por nosotros.

Nosotros le amamos á él, porque él nos amó primero.
1 Juan 4:19

Tuve la oportunidad de conocer una pareja muy amable que se volvieron mormones no mucho tiempo antes de que me encontrara con ellos dentro de un Burger King. Como muchas gentes cuales están en una falsa religión estuve en la tarea de amorosamente convencerle en poner fe en el regalo de Dios aparte de las buenas obras. La señora muy sincera me contestó con, “¿Que motivos tenemos entonces si la salvación de Dios no depende en nada bueno que hacemos?”

El Espíritu Santo me dio una ilustración del motivo del cristiano para servir al Señor. Yo utilicé la ilustración del matrimonio. Yo le pregunté a la señorita, “¿Porqué tu sirve a su esposo?” Al señor yo le hice la misma pregunta, “¿Porque tu sirves a tu esposa?” En otras palabras, “¿Qué es el motivo por querer agradar a su cónyuge?” Los dos me contestaron bien, “Porque le amo.” Nosotros amamos a nuestro cónyuge aun hasta cuando algunas veces no se lo merecen, no porque deseamos ser su esposo/esposa, sino porque ya somos. Y por el puro amor de esa relación encontramos deleito en agradar nuestro cónyuge. Al momento que uno encuentra que esa relación fue traicionada, se nos hace muy difícil para continuar ese tipo de amor. En realidad, en ciertas circunstancias, lastimamente decidimos anular esa relación.

La relación que el cristiano tiene con Dios es mucho más sublime. Nosotros podemos descansar seguros que Dios nunca traicionará nuestra relación con Él. De hecho, a pesar del montón de veces que nosotros le traicionamos a Él, Él se mantiene fiel.

Si cada cristiano pueda arraigarse en el amor de Dios que Él tiene para uno en comprender cual es la anchura, longitud, la profundidad, y la altura de ese amor; el amor de Cristo que excede a todo conocimiento (Efesios 3:18-19); no sería tan loca de idea entregarle todo a Él quien es todo en todo. O hermano, ¿Por qué no sirves a Dios? ¿Te has olvidado tan pronto que Dios, su Padre, te ama? Si pierdes tu vida, la otra que encontrarás será más sublime, más agradable, buena, perfecta.

Si es verdad que Dios reparte tareas para cada cristiano no conforme a los méritos que él tienes ni en cualquier otra cosa que le pueda ofrecer, sino si es cierto que Dios lo escoge solamente en conforme en su pura amor por él; pues se le haría muy fácil para tal cristiano tener la fe que Dios puede y quiere utilizarlo para algo sublime que solamente él puede hacer. Tal cristiano en reciprocación le amará con toda su mente, fuerza, y alma. Y cuando se encuentre en medio de tal servicio elevado y sublime; cuando su vida se llene con toda la plenitud de Dios; no caerá en orgullo ni tampoco en un servicio de obligación, sino tendrá una humilde confianza en el amor de Dios.